jueves, 9 de septiembre de 2010

Oporto, a solas contigo

Hace poco leí que Victor Hugo definió la melancolía como la felicidad de estar triste. Yo hace poco le puse rostro de ciudad, ubicación geográfica y un río a ese sentimiento. Oporto es para mí la ciudad melancolía, la saudade bañada por el Duero, pintada en las fachadas de los edificios de tres o cuatro plantas de La Riberia y endulzada con ese vino al que se añade aguardiente para que sea meloso y contundente.

Pocas ciudades han penetrado de forma tan profunda en mi alma, pocas se han dejado sentir y muy pocas se han dejado vivir con esa mezcla tan paradójica de sentimientos.

Viaje a Oporto sola por azares del destino y es mi deseo volver a Oporto sola. Cuando la tristeza ataque, cuando la melancolía me desborde y cuando sienta que añoro una felicidad lejana, Oporto volveré a para estar a solas contigo.